lunes, 21 de enero de 2013

Algo sobre los cólicos


La definición oficial de un cólico es:   llanto incontrolable que dura por lo menos tres horas durante tres o más días a la semana.


Si tu bebé llora desconsoladamente durante horas y horas puede tener un cólico.  Hace un tiempo, los médicos solían  atribuirlo a un problema digestivo -una forma de indigestión del bebé, a una inmadurez del sistema digestivo.  Pero ahora los médicos tienen otra teoría:  El cólico es un “ataque de llanto inexplicable de los bebés en los primeros tres o cuatro meses de edad”.

En todo caso, cualquiera  sea la causa, no hay nada más angustiante que un bebé con cólicos.

Tradicionalmente, el cólico se ha asociado a problemas digestivos (la palabra cólico proviene del griego, kolikos, relativo al colon). 

Los síntomas


El síntoma principal es el llanto,  sucede a menudo a la misma hora del día, por lo general en la tarde-noche.  Además del llanto pueden presentar dolor, sonidos estomacales, estiran o levantan sus piernas o arquean la espalda.

El cólico usualmente comienza aproximadamente a las tres semanas de haber nacido y suele desaparecer a los tres o cuatro meses de vida.


Estrategias para calmarlo


Puedes pasearlo mediante el método canguro, con  movimientos de balanceo, esto puede ayudarle a que se duerma. 

 Dependiendo de la hora y temperatura, puedes sacarlo a dar un paseo, el aire fresco y el ejercicio les ayudarán a ambos a relajarse.

Mantén las luces bajas y evita la sobreestimulación (evita la televisión, demasiadas caras, voces y mucho ruido).

Cambia el entorno de tu bebé, prueba un baño tibio o cambiarlo a otra habitación.

Escucha música suave y baila rítmicamente con él.

 Coloca un ruido de fondo como el zumbido de un secador de pelo o el zumbido de una aspiradora, que para ellos puede ser muy relajante.

Sostén a tu bebé en diferentes posiciones (en tu hombro o acostado boca abajo sobre las rodillas como si le fueras a acariciar la espalda).


Si estás amamantando, revisa la técnica (guatita con guatita y que agarre bien la areola, no solo el pezón) habla con tu pediatra para que te mande una dieta en la que elimines los posibles factores desencadenantes de los cólicos, por ejemplo, suprimir los lácteos, el brócoli, los aliños.


Si tu bebé toma mamadera, trata de comprar una que sea anticólicos, y elije siempre el chupete adecuado para tu bebé (si tiene que chupar demasiado fuerte, tomará una gran cantidad de aire).


Si durante y después de darle pecho o mamadera, a tu bebé siempre le dan cólicos (sujétalo en posición vertical sobre tu hombro, acarícialo y frótale su espalda hasta que eructe).

Inscríbete en una clase de masajes anticólicos, gases y estreñimiento para aprender técnicas especiales que pueden ayudar a mejorar los cólicos. Un  ejemplo de ejercicio que puedes practicar: acuesta a tu bebé sobre su espalda, levanta sus pies y mantenlos unidos de este modo sus rodillas quedan sobre su vientre, luego muévelos en forma circular en el sentido que giran las agujas del reloj y así sus piernas masajearán su estomago.